Fundada por el empresario ruso Dmitry Itskov en febrero de 2011 con la participación de destacados especialistas rusos en el campo de interfaces neuronales, robótica, órganos y sistemas artificiales.
Los principales objetivos de la Iniciativa 2045 : la creación y realización de una nueva estrategia para el desarrollo de la humanidad que enfrente los desafíos de la civilización global; la creación de condiciones óptimas que promuevan la iluminación espiritual de la humanidad; y la realización de una nueva realidad futurista basada en 5 principios: alta espiritualidad, alta cultura, alta ética, alta ciencia y alta tecnología.
El principal megaproyecto científico de la Iniciativa 2045 tiene como objetivo crear tecnologías que permitan la transferencia de la personalidad de un individuo a un portador no biológico más avanzado y extender la vida, incluso hasta el punto de la inmortalidad. Dedicamos especial atención a permitir el diálogo más completo posible entre las principales tradiciones espirituales del mundo, la ciencia y la sociedad.
Una transformación a gran escala de la humanidad, comparable a algunas de las principales revoluciones espirituales y de ciencia-tecnología de la historia, requerirá una nueva estrategia. Creemos que esto es necesario para superar las crisis existentes, que amenazan nuestro hábitat planetario y la existencia continua de la humanidad como especie. Con la Iniciativa 2045 , esperamos realizar una nueva estrategia para el desarrollo de la humanidad y, al hacerlo, crear un futuro más productivo, satisfactorio y satisfactorio.
El equipo “2045” está trabajando para crear un centro de investigación internacional donde científicos destacados se dedicarán a la investigación y el desarrollo en los campos de la robótica antropomórfica, el modelado de sistemas vivos y el modelado del cerebro y la conciencia con el objetivo de transferir la conciencia individual a un portador artificial. y lograr la inmortalidad cibernética.
La Iniciativa organiza un congreso anual “El futuro global 2045” para ofrecer una plataforma para debatir la estrategia evolutiva de la humanidad basada en tecnologías de inmortalidad cibernética, así como el posible impacto de dichas tecnologías en la sociedad, la política y las economías globales del futuro.
Perspectivas futuras de la iniciativa “2045” para la sociedad
2015-2020
La aparición y el uso generalizado de “avatares” de Android asequibles controlados por una interfaz “cerebro-computadora”. Junto con tecnologías relacionadas, los “avatares” brindarán a las personas una serie de características nuevas: capacidad para trabajar en entornos peligrosos, realizar operaciones de rescate, viajar en situaciones extremas, etc. Los componentes de Avatar se utilizarán en medicina para la rehabilitación de pacientes total o parcialmente discapacitados poniéndoles prótesis o recuperar los sentidos perdidos.
2020-2025
La creación de un sistema autónomo de soporte vital para el cerebro humano vinculado a un robot, ‘avatar’, salvará a las personas cuyo cuerpo esté completamente desgastado o dañado irreversiblemente. Cualquier paciente con un cerebro intacto podrá volver a una vida corporal en pleno funcionamiento. Dichas tecnologías ampliarán enormemente la posibilidad de dispositivos bioelectrónicos híbridos, creando así una nueva revolución informática y harán posible todo tipo de superposiciones de sistemas electrónicos y biológicos.
2030-2035
Creación de un modelo informático del cerebro y la conciencia humana con el posterior desarrollo de medios para transferir la conciencia individual a un portador artificial. Este desarrollo cambiará profundamente el mundo, no solo brindará a todos la posibilidad de la inmortalidad cibernética, sino que también creará una inteligencia artificial amigable, expandirá las capacidades humanas y brindará oportunidades para que la gente común restaure o modifique su propio cerebro varias veces. El resultado final en esta etapa puede ser una verdadera revolución en la comprensión de la naturaleza humana que cambiará por completo las perspectivas humanas y técnicas de la humanidad.
2045
Este es el momento en que las mentes independientes de la sustancia recibirán nuevos cuerpos con capacidades que superan con creces las de los humanos comunes. ¡Llegará una nueva era para la humanidad! Se producirán cambios en todas las esferas de la actividad humana: generación de energía, transporte, política, medicina, psicología, ciencias, etc.
Hoy en día es difícil imaginar un futuro en el que los cuerpos compuestos por nanorobots sean asequibles y capaces de tomar cualquier forma. También es difícil imaginar hologramas corporales con materia controlada. Sin embargo, una cosa está clara: la humanidad, por primera vez en su historia, realizará una transición evolutiva totalmente gestionada y, finalmente, se convertirá en una nueva especie. Además, también se crearán los requisitos previos para una expansión a gran escala en el espacio ultraterrestre.
Elementos clave del proyecto en el futuro
• Movimiento social internacional • Red social inmortal.me • Fundación benéfica “Global Future 2045” (Fundación 2045) • Centro de investigación científica “Inmortalidad” • Incubadora de empresas • Universidad de la “Inmortalidad” • Premio anual por contribución a la realización del proyecto de “Inmortalidad”.
La NASA diseñará un nuevo conjunto de misiones centradas en la Tierra para proporcionar información clave que oriente los esfuerzos relacionados con el cambio climático, la mitigación de desastres, la lucha contra incendios forestales y la mejora de los procesos agrícolas en tiempo real. Con el Observatorio del Sistema Terrestre, cada satélite estará diseñado de manera única para complementar a los demás, trabajando en conjunto para crear una vista 3D holística de la Tierra, desde el lecho rocoso hasta la atmósfera.
“He visto de primera mano el impacto de huracanes que el cambio climático ha hecho más intenso y destructivo, como María e Irma. La respuesta de la Administración Biden-Harris al cambio climático coincide con la magnitud de la amenaza: todo un gobierno, un enfoque práctico para enfrentar este momento”, dijo el administrador de la NASA, el senador Bill Nelson. “Durante las últimas tres décadas, gran parte de lo que hemos aprendido sobre el cambio climático de la Tierra se basa en observaciones e investigaciones satelitales de la NASA. El nuevo Observatorio del Sistema Terrestre de la NASA ampliará ese trabajo, brindando al mundo una comprensión sin precedentes del sistema climático de nuestra Tierra, armándonos con datos de próxima generación críticos para mitigar el cambio climático y protegiendo a nuestras comunidades frente a desastres naturales “.
El observatorio sigue las recomendaciones de la Encuesta Decenal de Ciencias de la Tierra de 2017 de las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina, que establece una guía de observación y investigación ambiciosa pero críticamente necesaria.
Las áreas de enfoque para el observatorio incluyen:
Aerosoles: respondiendo a la pregunta crítica de cómo los aerosoles afectan el balance energético global, una fuente clave de incertidumbre en la predicción del cambio climático.
Nube, convección y precipitación: Abordar las mayores fuentes de incertidumbre en las proyecciones futuras del cambio climático, el pronóstico de la calidad del aire y el pronóstico del clima severo.
Cambio masivo: Proporcionar evaluación y pronóstico de sequías, planificación asociada para el uso del agua para la agricultura, así como apoyo a la respuesta a amenazas naturales.
Biología y geología de superficies: comprender los cambios climáticos que afectan la alimentación y la agricultura, la vivienda y los recursos naturales, respondiendo preguntas abiertas sobre los flujos de carbono, agua, nutrientes y energía dentro y entre los ecosistemas y la atmósfera, el océano y la Tierra. .
Deformación y cambio de la superficie: cuantificación de modelos de cambio del nivel del mar y del paisaje impulsados por el cambio climático, pronósticos de peligros y evaluaciones de impacto de desastres, incluida la dinámica de terremotos, volcanes, deslizamientos de tierra, glaciares, aguas subterráneas y el interior de la Tierra.
Actualmente, la NASA está iniciando la fase de formulación del observatorio. Entre sus primeras partes integradas está la asociación de la NASA con la Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO), que reúne dos tipos diferentes de sistemas de radar que pueden medir cambios en la superficie de la Tierra de menos de media pulgada. Esta capacidad se utilizará en una de las primeras misiones del observatorio pensadas como pionero, llamada NISAR (radar de apertura sintética NASA-ISRO). Esta misión medirá algunos de los procesos más complejos del planeta, como el colapso de la capa de hielo y peligros naturales como terremotos, volcanes y deslizamientos de tierra. NISAR puede ayudar a los planificadores y tomadores de decisiones a gestionar tanto los peligros como los recursos naturales en el futuro.
Para obtener más información sobre los programas de ciencias de la Tierra de la NASA, visite:
Cuando se presenta un currículum, se participa en un concurso o se defiende un caso, la posición que se ocupa importa, y mucho. Al menos esta es la conclusión de diversas investigaciones que profundizan en cómo influyen los sesgos mentales de los jueces, evaluadores o de quien tiene que tomar una decisión importante que afecta a terceros. Una de dichas investigaciones fue realizada sobre jueces en Israel y publicada en una prestigiosa revista académica.
Como ocurre en estos estudios, analizaron qué grado de indulgencia tenían sus sentencias. Y curiosamente, antes de los descansos eran menos indulgentes. De hecho, como recogen textualmente los investigadores de la Universidad de Tel Aviv: “Encontramos que el porcentaje de fallos favorables cae gradualmente del 65% a casi cero dentro de cada sesión de decisión y vuelve abruptamente a 65% después de una pausa”.
Esto indica que el hambre o el cansancio provocan que se den respuestas más rápidas, se actúe con el automático conectado y no se tenga tanta energía para deliberar los temas. Esta investigación se hizo en Israel y, aunque no se puede trasladar exactamente a otros países, sí pone de manifiesto la importancia de cuidar y de dotar de descansos y de agendas menos apretadas a profesionales con altísima responsabilidad. Este comportamiento no es propio solo de la judicatura, sino que afecta a todas las personas que tengan que tomar decisiones importantes que afecten a terceros, como los procesos de selección o, incluso, los concursos televisivos.
Los participantes de estos programas se juegan mucho, el futuro de sus carreras artísticas. Si salen ganadores, las puertas del éxito se abrirán para ellos. Por ello, Victor Ginsburgh y Jan van Ours, de las universidades de California en Santa Cruz y Rotterdam, respectivamente, analizaron cuál es el impacto de la posición de los participantes y sus resultados. Y llegaron a una conclusión sorprendente: salir el primero en un concurso no es recomendable.
El motivo es diferente al de los jueces de Israel, pero también relacionado con el mundo de los sesgos de quienes valoran. Cuando uno ha de emitir un juicio, si no tiene referencias anteriores, lo hace echando mano de un estereotipo que tiene en mente, no contra una realidad.
Por ello, se suele ser más exigente al principio, cuando quien compite lo hace con una imagen no realista. Esto mismo ocurre con los procesos de selección de candidatos. Es mejor hacer una revisión global para luego ir descartando uno a uno. Si no se hace así, los primeros tendrán menos posibilidades de ser seleccionados, porque competirán con el estereotipo que el evaluador tenga en su mente.
En definitiva, todos tenemos sesgos inconscientes o atajos que nos ayudan a tomar decisiones rápidas. Pero dichos atajos no significan que sean necesariamente eficaces para nuestros objetivos. Podemos estar desaprovechando talento o emitiendo valoraciones poco acertadas, por no hablar de sentencias poco afortunadas. Por ello, si nuestra mente no actúa con precisión ante la presión del estrés o de la falta de referencias, necesitamos conocerlo y actuar en consecuencia.
Necesitamos tener una mente descansada para ver con claridad, disponer de tiempo para reflexionar los temas importantes y contar con referencias para tener una perspectiva más realista. Solo así no caeremos en los brazos de nuestros sesgos inconscientes.
El azúcar está en todas partes. Como el agua para los peces, casi siempre nos resulta imperceptible. Forma parte de casi todos los productos ultraprocesados que constituyen el 70% de la dieta contemporánea y del 100% de los destinados a los niños en gran parte del mundo. Se estima que un niño de 8 años de la actualidad ya ha consumido más azúcar que un adulto en toda su vida. Funciona como un recurso que hace del acto de comer una “experiencia” sensorial placentera y dispara el consumo. El uso indiscriminado del azúcar añadido es un emergente de un sistema de producción alimentaria que privilegia los productos que son “buenos para vender” por sobre los que son “buenos para comer”.
Resumen En la actualidad consumimos más azúcar que nunca antes en la historia de la humanidad. Su uso indiscriminado en casi todos los comestibles elaborados por la industria alimentaria no aporta ningún beneficio nutricional. Sus efectos dañinos sobre la salud de las personas son diversos y graves: caries, obesidad, diabetes, hígado graso, enfermedades cardiovasculares. Su función principal en la producción de comestibles es promover el consumo perturbando los mecanismos fisiológicos que regulan el hambre y la saciedad. Su única virtud es más económica que nutricional ya que resulta barato y efectivo para la industria alimentaria. El coste de ese “beneficio” económico lo pagamos todos en nuestra salud.
Introducción
El azúcar está en todos lados. Forma parte de la mayoría de los productos ultraprocesados, que constituyen el 70% de la dieta contemporánea en gran parte del mundo. Detrás de la enorme diversidad de comestibles de la que aparentemente disfrutamos, están casi siempre los mismos ingredientes básicos: harina refinada, azúcar, aceites vegetales como el de maíz y aditivos.
El azúcar es omnipresente porque funciona como un recurso de bajo costo que hace del acto de comer una “experiencia” sensorial intensa y placentera, lo que dispara el consumo. El uso indiscriminado del azúcar añadido es el emergente de un sistema de producción alimentaria que privilegia los productos que son “buenos para vender” sobre los que son “buenos para comer”.
¿Cuáles son las propiedades nutricionales del azúcar?
El azúcar existe en la naturaleza en las frutas, los vegetales y la leche, donde se encuentra combinado con fibra, grasa y/o agua, lo que reduce la velocidad de su absorción y atenúa su impacto metabólico. Sin embargo en los productos industriales aparece como azúcar libre o añadido, especialmente en los refrescos dulces, jugos y en casi todos los productos envasados ultraprocesados.
El valor como nutriente del azúcar es nulo. No contiene proteínas, ni grasas, ni fibra, ni vitaminas, ni minerales. No aporta nada saludable, salvo “calorías vacías”. Sin embargo circulan ciertos mitos acerca de su presunta necesidad.
No es verdad que el azúcar resulte indispensable para que el cerebro y los músculos funcionen como suele afirmarse. El azúcar “necesario” (glucosa) lo produce nuestro hígado a partir de otros alimentos mediante un proceso denominado gluconeogénesis. El consumo de productos con azúcar reduce el de otros alimentos más saludables por sustitución. La OMS recomienda, tanto para adultos como para niños, que el consumo de azúcares libres se reduzca a menos del 10% de la ingesta calórica total. Y aclara que una reducción por debajo del 5% produciría beneficios adicionales para la salud.
El azúcar es un fuerte estímulo para la secreción de insulina, indispensable para su metabolización. El exceso de insulina a lo largo del tiempo produce obesidad, ya que esta hormona almacena energía en forma de grasa. Su continua producción en altas cantidades también facilita la pérdida de la sensibilidad de los tejidos a su acción (resistencia a la insulina), así como el daño de las células beta del páncreas (las encargadas de producirla) y, como consecuencia, la aparición de diabetes tipo 2.
No solo obesidad
El exceso de consumo de azúcar perturba el sistema de sensorialidad lo que se emplea como una herramienta de manipulación que dispara el consumo
Los efectos indeseables del consumo desmedido de azúcares añadidos no se limitan al exceso calórico que representa y a su rol como promotor de la obesidad. Existen consecuencias sobre la salud que son independientes de su contenido energético y que actúan alterando el metabolismo. Industrialmente, se utiliza en forma de jarabe de maíz rico en fructosa , que es su forma industrial más utilizada y que solo puede metabolizarse en el hígado. Ningún tejido puede utilizar la fructosa si eso no sucede antes.
Este fenómeno promueve la aparición del llamado hígado graso (esteeatoehepatitis no alcohólica), que tiene graves consecuencias para la salud, como el síndrome metabólico, la diabetes y la enfermedad cardiovascular. La fructosa es la causa más importante del depósito de grasa en el hígado, lo que se considera hoy una verdadera epidemia, tanto en niños como adultos.
Los niños son una población especialmente vulnerable a los efectos del alto consumo de azúcar añadido, en especial en sus formas líquidas como las bebidas gaseosas dulces y los jugos industriales. Es la causa más importante de la aparición de caries y de la pérdida de piezas dentales. Se ha demostrado que el consumo de bebidas azucaradas está directamente relacionado con el incremento de la obesidad y la diabetes infantil.
El azúcar y la conducta: promover el hambre y silenciar la saciedad
Uno de los efectos más importantes, pero menos conocido, del consumo de productos azucarados desde las edades más tempranas de la vida es la profunda perturbación del sistema de sensorialidad. Nuestra especie evolucionó desarrollando un exquisito aparato sensorial (gusto, olor, sabor), que opera como una fuente de señales que indican la necesidad y la disponibilidad de alimentos. Sutiles y precisos cambios fisiológicos generan conductas vinculadas a la alimentación desencadenando la búsqueda de nutrientes (motivación), la ingesta (consumación ) o la suspensión del acto de comer (saciedad). La conducta alimentaria está impulsada por hormonas y neurotransmisores como la dopamina, insulina, leptina y grelina, entre otros, cuya acción fisiológica se ve perturbada por la ingesta excesiva de azúcares estimulando el consumo con independencia de las necesidades energéticas del organismo.
Nuestros antepasados nunca necesitaron balanzas para saber si tenían exceso de grasa, ni publicidad para saber si sentían hambre
El consumo alimentario de la especie ha sido orientado durante muchas generaciones por los requerimientos fisiológicos de los individuos y no por las necesidades comerciales de las industrias. El organismo dispone de señales que le indican cuándo es necesario reponer las reservas de energía y promueven la búsqueda de alimentos a través de la sensación de hambre. La saciedad o el ayuno son las señales que siempre han guiado nuestras actitudes respecto de la comida.
Hoy, nuestra fisiología es manipulada “científicamente” para disparar el consumo eludiendo el “radar” cerebral que produce la saciedad haciendo que se coma en todo momento y lugar sin que exista necesidad fisiológica alguna para hacerlo. Muchos productos ultraprocesados son diseñados deliberadamente con el propósito de impedir la saciedad apelando al agregado de azúcares añadidos o sustitutos.
El efecto gustativo de los comestibles procesados industrialmente se basa en la generación de estímulos supranormales (mucho más intensos que en la naturaleza), lo que desencadena respuestas metabólicas desmesuradas, al tiempo que “educan” nuestra sensorialidad (palatabilidad) mediante el condicionamiento. Estos mecanismos comienzan a gestarse desde la vida intrauterina. Si los niños se acostumbran a un sabor dulce intenso, más tarde resultará imposible que acepten otros sabores tal como existen en la naturaleza (neofobia).
Los alimentos hiperpalatables con alto contenido de azúcar añadido y ultraprocesados “secuestran” los centros de recompensa del cerebro, lo que dificulta el proceso de toma de decisiones relacionadas con la ingesta. La bioquímica impulsa el comportamiento (consumo), tanto en condiciones normales, para las que ha evolucionado, como en situaciones de manipulación sistemática, para las que se encuentra indefensa. Muchos investigadores ven en este fenómeno semejanzas con otros comportamientos adictivos.
Como en tantos otros aspectos de la vida de las personas, procurar un equilibro consciente entre las necesidades y las posibilidades, parece ser la opción más razonable.
“Siempre habrá aquél que mientras el mundo se cae esté pensando en su casa y también aquél que mientras su casa se cae a pedazos, esté pensando en el mundo”. (María Teresa Andruetto, poeta argentina)
Por algún extraño motivo he vuelto a leer durante estos días La Peste, la extraordinaria novela de Albert Camus. No sé muy bien por qué. Tal vez usted me ayude a averiguarlo. La historia narra los sucesos que tuvieron lugar en la ciudad de Orán, Argelia, mientras se desencadenaba una Peste hasta entonces desconocida. Hasta ese dramático momento la ciudad discurría entre la trivialidad y la abulia. Ocupados solo de sí mismos, sus habitantes pasaban los días persiguiendo objetivos banales, y admirando a figuras intrascendentes. Las primeras muertes llegaron como un sobresalto. La sombra del peligro agrietó un suelo que suponían firme, y algunos aplicaron, ante la amenaza, los mismos criterios mezquinos que habían orientado sus propias vidas hasta entonces.
Cada semejante se convirtió en un peligro. Corrieron a guardar lo único que habían aprendido a valorar: bienes, objetos, fortunas. La ciudad se aisló en una cuarentena de pánico sin que nadie supiera hasta cuándo. Se vivieron días de temor y desconfianza recíproca. Quienes podían hacerlo, acapararon provisiones sin importar si les serían necesarias a ellos o si lo eran para otros. Todos resultaban sospechosos y posibles fuentes de contagio. Y lo eran. Muchos consideraron que alejarse de los demás, los “sospechosos”, no sólo resultaba una medida preventiva saludable sino un juicio moral y una condena. Encontraron, no los razonables motivos para detener la expansión de un mal que desconocían, sino el argumento válido para justificar el abandono al prójimo y desentenderse de la suerte de quienes carecían de sus recursos para afrontar el peligro. El egoísmo que siempre tuvieron había alcanzado por fin el escenario de la salud para mostrarse sin vergüenza.
Al releer los sucesos que transcurrían en esa ciudad africana, a mitad del siglo pasado, pensé que cada nueva situación nos desnuda. Los sucesos más felices o los más desdichados, son oportunidades para que asome el secreto corazón de lo que somos. Corrían días de pánico y de encierro. Las personas temían a un enemigo nuevo más que a los que ya conocían. Desconfiaban de lo que se les decía. La palabra se hizo ruido y los oídos sordos. Todos sentían que algo en el aire los amenazaba, y que ese riesgo procedía de los otros. Y era verdad, pero no toda la verdad. Cuando los demás son un peligro para nosotros, por idénticas razones, nosotros somos peligrosos para ellos. Pero eso ya nadie lo recordaba.
Cuando todos estamos amenazados, uno puede decidir si la solidaridad o el egoísmo es la estrategia recomendable. Si los medios para protegerse son escasos y alguien los acapara, condena a otros a la desprotección. Pero, al mismo tiempo, se condena a sí mismo a que las fuentes del contagio proliferen. Cuando la disposición a compartir los recursos se ve reemplazada por la manía de acumularlos, una patología mucho más mortífera que la Peste se disemina entre nosotros. Desde el instante en que algo nos hace creer que nuestra vida vale más que otras, lo peor de cada uno encuentra el clima propicio para gobernarnos. Es comprensible que el miedo altere la conducta. Pero es absurdo que lo haga en la dirección que multiplica el riesgo, y no en la que lo atenúa. Nadie ha superado una crisis sanitaria sin que la solidaridad social se establezca como el mecanismo que orienta las acciones. Cualquier acto realizado bajo la presión del pánico nos muestra descarnados y sin máscaras. Nobles y mezquinos andan desnudos cuando se sienten amenazados.
Pero, en la ciudad de la Peste, Camus también describe a otros personajes. Ellos consideraron que la única forma de superar la situación en la que se encontraban, era estableciendo lazos con sus semejantes y protegiéndose unos a otros. Para ellos, aislarse era una actitud orientada a proteger a los demás. Los enfermos evitaban el contacto con el propósito de preservarlos de su propio padecimiento. Creyeron que compartir los recursos era una estrategia inteligente de la que todos se beneficiaban. Cuanto menos de ellos se enfermaran menor sería el riesgo para todos. Muchos conocieron la rotunda imposibilidad de la vida sin la presencia de los otros. Percibieron, bajo la sombra fatal de la Peste, la estúpida elección de vivir atrapados en la búsqueda insaciable del beneficio propio.
El doctor Rieux, médico, decidió poner su conocimiento al servicio de quienes lo necesitaban. Aplicó la razón de la ciencia y no la indiferencia o el prejuicio para analizar la situación. Comprendió que no existen soluciones individuales ante un peligro colectivo. Supo que el único modo de protegerse era protegiendo a los demás. El doctor Rieux supo que la manera de alcanzar su propia realización personal era ofrecerse a quienes lo requerían. Mientras hizo de su conocimiento una herramienta útil a la ciudad, otros personajes de la novela emplearon lo que sabían para exhibirse desde el púlpito y alimentar su propia figura. Como lo habían hecho siempre, pusieron su conocimiento y su influencia al servicio de ellos mismos o de los intereses que representaban.
Camus propone una pregunta sin formularla jamás. ¿Es el conocimiento una propiedad privada de quien lo posee, o es un bien que hemos recibido de los demás y que nos crea obligaciones hacia ellos?
La historia es larga, indaga en el alma de sus personajes hasta quitarles las máscaras y desatar sus demonios. Camus propone que“hay en los hombres más cosas dignas de admiración que de desprecio”. Ofrece al lector la oportunidad de mirarse en el espejo de sus personajes. Aislados y temerosos, los habitantes de Orán reaccionaron como pudieron. Con los instrumentos solidarios o con la indiferencia con que estaban hechos. Ciegos a la naturaleza gregaria de lo humano, o abiertos al vínculo imperioso que requiere del otro para no sucumbir a la brutalidad del egoísmo. Hay otra “peste” de la que también es necesario prevenirse, la de encerrase voluntariamente en el interior de uno mismo. No hay forma de felicidad que prescinda de un semejante.
Es una novela intensa y profunda. Tal vez le interese leerla si nunca lo ha hecho. Vale la pena. Se lo recomiendo. Lo sublime y lo sombrío de la condición humana circulan por sus páginas. Igual que en el mundo en que usted y yo vivimos estos días amenazados por un virus…, y otras calamidades
ALBERT CAMUS (Mondovi, Argelia, 1913 – Villeblerin, Francia, 1960).
Novelista, dramaturgo y ensayista francés. Nacido en el seno de una modesta familia de emigrantes franceses, su infancia y gran parte de su juventud transcurrieron en Argelia. Inteligente y disciplinado, empezó estudios de filosofía en la Universidad de Argel, que no pudo concluir debido a que enfermó de tuberculosis. Formó entonces una compañía de teatro de aficionados que representaba obras clásicas ante un auditorio integrado por trabajadores. Luego, ejerció como periodista durante un corto período de tiempo en un diario de la capital argelina, mientras viajaba intensamente por Europa. En 1939 publicó Bodas, conjunto de artículos que incluyen numerosas reflexiones inspiradas en sus lecturas y viajes. En 1940 marchó a París, donde pronto encontró trabajo como redactor en Paris-Soir.
Una pintura es como leer un libro. Las imágenes tienen un lenguaje propio y la misión de dar a entender algo. Descubre la mejor forma de aprehender su verdadero significado.
Ver una pintura es como leer un libro. Las imágenes tienen un lenguaje propio y la misión de dar a entender algo: un periodo en la historia del mundo, una escena que cambió la vida del artista o la desesperación que corría en el pasado y que sumía al mundo en una crisis. Para comprender el propósito de una obra de arte debes tomar en cuenta ciertos aspectos que te harán interpretarla de manera correcta. Aquí enlistamos las principales para que ese vacío en tu mente se llene de significados y tu visita a los museos tenga un auténtico sentido: el goce del arte.
Contextualiza
Identifica el lugar y la fecha en que fue realizada la obra. Esta información te permitirá situar el contenido de la obra dentro de un marco referencial definido. Muchos autores se inspiran en hechos históricos, sociales y políticos para la creación de una pintura; por ejemplo, el mural “Guernica” de Picasso es una recreación del bombardeo alemán al pueblo de Guernica en España. Todos los simbolismos, personajes y lugares que aparezcan en una obra podrán ser mejor comprendidos cuando se sepa exactamente qué ocurría en el tiempo en que la obra fue concebida.
Establece una Z imaginaria
Los pintores suelen trazar una Z imaginaria en sus pinturas como punto de referencia o arranque para la confección de su lienzo. De esa manera establecen un hilo conductor: el inicio en la parte superior izquierda, el desarrollo en el centro y el desenlace en la zona inferior derecha. Hacer lo mismo al momento de observar una pintura te ayudará a entender la narrativa usada por el artista. En el cuadro “San Sebastián cuidado por Santa Irene” del pintor holandés Hendrick ter Brugghen se ve perfectamente esta Z imaginaria que le da sentido y coherencia a la obra.
Conoce la biografía del autor
Las obras, aunque no sean del todos autobiográficas, sí reflejan la ideología o las principales preocupaciones de su autor. Conocer su vida es una guía primordial para que una pintura pueda ser entendida en su totalidad o por lo menos con un grado de comprensión avanzado. Por ejemplo, si observas el autorretrato de Van Gogh en el que aparece con su oreja derecha vendada sabrás que está representado de esa manera porque, en efecto, el pintor holandés cortó una pequeña parte de su oreja. Otras versiones apuntan que fue su amigo, el pintor Gauguin, quien le hirió durante una riña y que Vincent asumió la culpa. Cuando conoces detalles así, todo cobra mayor sentido en la obra
Conoce el estilo empleado
El arte ha dado a la historia una larga lista de estilos encasillados en contextos históricos. Saber sus características propias y los elementos que los diferencian de otros te permitirá entender el porqué de la técnica empleada, cómo se usaron los colores, las luces y los recursos plasmados en el lienzo. El impresionismo, el expresionismo, el pop art o el dadaísmo son algunas de las corrientes más populares en el mundo de la pintura. Conocer a sus exponentes y los estilos que los definieron será fundamental para saber sus principales diferencias y características.
Comprender los cánones de belleza
El concepto de belleza ha mutado con el paso de los años y el arte es registro de ello. Los cuerpos esbeltos hoy son considerados como sinónimo de perfección, sin embargo, en siglos anteriores era impensable verlos en las pinturas, pues los físicos con más volumen eran los que se interpretaban como perfectos y sensuales. Entender el pensamiento de una época en concreto te hará capaz de situarte en la manera de concebir la vida de un sociedad en particular y comprender los estereotipos retratados en el arte. Hoy, cuando vemos una pintura como la de “Venus y el organista”, de Tiziano, nos damos cuenta de que su cuerpo no es precisamente estilizado ni esbelto como el de las mujeres que en el presente son ejemplo de sensualidad y belleza.
Evalúa el sentido que tiene el arte para ti
Para algunos el deporte tiene sentido, mientras que para otros no. Muchos son capaces de perder la cabeza con un estilo musical particular, mientras que otros prefieren pasar de largo y enfocarse en otros géneros. Puede ser que tu sensibilidad para el arte y el sentido que para ti tenga sea más o menos agudo en comparación a otras personas. De ello dependerá que una pintura pueda tener un mensaje relevante o no para tus sentidos.
El camino a una mejor comprensión del arte ha empezado para ti. Con esta breve guía o manual para entender el arte y no morir en el intento tendrás mejores armas para que tu siguiente experiencia frente a una pintura sea más completa. Sin embargo, como ya dijimos, la historia también es vital para que tu conocimiento sea mayor, por ello es que debes ser testigo de los momentos cruciales para entender el arte contemporáneo en México.
Ser maestro es una tener la capacidad excepcional, de enseñar y educar, que se desarrolla en algunos seres humanos. No todos los llamados maestros desarrollan esta capacidad.
Capacidad que solo se logra con el amor a la profesión primero y, después, a través de la experiencia conseguida con los años, y enriquecida con el aprendizaje obtenido en el curso de su práctica diaria. Quien es un verdadero maestro, deja huella, trasciende entre sus alumnos. Para esto, el verdadero maestro debe poseer algunas capacidades y talentos especiales.
Se es maestro cuando se orienta, cuando se conduce, cuando diligentemente se acompaña; cuando se comprenden los alcances de unos y las limitaciones de otros y se ayuda a que ambos tomen el camino correcto. Ese camino que ya el maestro caminó. No solo es maestro el que trasmite conocimientos. Lo es quien, además, posibilita que el otro los reconstruya. No es maestro, quien queda contento porque su alumno le dice al pie de la letra la lección, la tarea, el examen, sino el que a pesar de ello los motiva a ser aún mejores
Quien es maestro, cree que el aula y el tiempo de relación con los alumnos, no tienen como fin solo tratar los temas planificados que el programa manda a tratar. Cree firmemente que ese espacio, se momento, además, es para que aprendan a resolver problemas cotidianos que la vida puede presentarles.
Si esto así se lleva a cabo el trabajo tendrá verdadero sentido, ya que el fin primero y último de la educación es que el educando aprenda a desenvolverse eficientemente en la vidaEl verdadero maestro es un ser excepcional por muchas razones: Es un ser especialmente sensible, comprensivo, capaz de involucrarse en las posibles causas y consecuencias de los hechos; y así mismo, visualizar alternativas para mejorar lo observado.
Como sabe que aprender implica “ir” y “venir”, implica “acelerar” y “desacelerar”, entonces sabe esperar, sabe tener control sobre si mismo y sobre el que aprende, entender qué le sucede a quien está aprendiendo y por donde se debe encaminar para conducirlo por el sendero adecuado. El maestro acompaña. El maestro sabe tomar distancia, sabe acercarse y cuando retirarse.
El error permite aprender. Él convierte lo negativo en positivo, le posibilita al que aprende a verlo así. Con ello estimula a ver siempre adelante. Por otro lado, la amistad posibilita una positiva empatía, que ayuda a que las partes entiendan que la exigencia es necesaria, que el esfuerzo se requiere, y que la flexibilidad también, pero no siempre.Experimentar amor, hace que se ame una profesión, se disfrute con lo que se hace, se sienta motivación permanentemente, para seguir adelante. Amor y ser maestro constituyen una llave inseparable, se nutren mutuamente. El amor construye, el ser maestro también; el que ama tiene esperanza, el maestro espera, 10 meses, dos años, cuatro diez, para ver sus obras. La esperanza en él es lo último que muere.
¿PODRÁ EXISTIR OTRA PROFESIÓN MEJOR QUE EL SER MAESTRO?
“En la imaginación visionaria de William Blake no hay nacimiento ni muerte, ni principio ni fin, sólo el peregrinaje perpetuo en el tiempo hacia la eternidad”, escribe Peter Ackroyd en su biografía de William Blake . Lo que es cierto para las obras completas de este poeta profético también aparece en miniatura dentro de Las puertas del paraíso. Los bebés yacen dormidos, envueltos en capullos y enterrados, mientras un anciano entra en la oscuridad detrás de la puerta de la muerte. Pero no hay un orden claro. Es muy posible que el anciano descubra que su umbral conduce de regreso a la tierra, de la que emergerá de nuevo como un niño.
Blake dibujó Las puertas del paraíso durante un período visionario, una intensificación de las imágenes eidéticas que había visto a lo largo de su vida. Experimentó espectros de muertos que se levantaban ante él (reyes, amigos y ángeles) y le resultó difícil completar las ilustraciones comerciales que le habían contratado para grabar. En cambio, Blake se volvió hacia adentro. A partir de 1787, dibujó una serie de sesenta y cuatro imágenes durante seis años, y finalmente grabó diecisiete de ellas en placas de cobre. Lanzado originalmente con un subtítulo de For Children (la versión que aparece en esta publicación), Blake luego rediseñó la serie como For the Sexes . En un boceto de una página de título nunca realizada, el poeta cambia a un registro más oscuro, cambiando el nombre de la seriePara los niños: Las puertas del infierno. Polos similares -entre el cielo y el infierno, la infancia y la madurez- formarían los límites de su conocido díptico, Canciones de inocencia y Canciones de experiencia (1789) .
A diferencia de los grabados más famosos de Blake, que entrelazan texto e imagen, la dimensión visual domina en The Gates of Paradise . Aquí podemos ver el interés de Blake en la “literatura de emblemas”: libros de los siglos XVI y XVII que vinculan un símbolo alegórico a un epigrama o lema, como Emblemas de Francis Quarles (1635), Una colección de emblemas de George Wither (1635) y Devises et Emblemes Anciennes & Modernes (1699). La reputación de este formato ha sufrido por su contundente calidad moral, que un estudioso describe como un género que nunca escapa a la mediocridad y duplica lo banal. Pero Blake vuelve a hacer extraña una tradición a veces aburrida.
Mientras tocan temas cristianos, Las puertas del paraíso son impactantes por sus escenas de ecología vibrante, figuras humanas mezcladas y remezcladas con la tierra. En una imagen junto con la frase “Lo encontré debajo de un árbol”, una figura femenina tira a niños sonrientes del suelo, como si fueran zanahorias desarraigadas, recordando el folclore relacionado con la mandrágora : cómo sus gritos señalan un destino infernal para quien cosecha la raíz. Junto con la leyenda “¿Qué es el hombre?”, Una oruga mira a una larva unida a una hoja con la cara de un niño, invocando el proverbio de Blake en Las bodas del cielo y el infierno.: “Como la oruga elige las hojas más bellas para poner sus huevos, así los sacerdotes lanza su maldición sobre las más bellas alegrías”. En otros lugares: los ángeles emergen de los huevos de aves; una figura suspirante sigue su deseo por una escalera, lejos del mundo. Incluso los elementos mismos están incorporados. “Tierra” es un hombre rechoncho sepultado vivo y “Aire” se convierte en un cuerpo sin recinto, una preocupación en El primer libro de Urizen de Blake (1794) .
Lo más inquietante es una figura similar a Dios el Padre, a quien Blake solía llamar Nobodaddy. Aquí la deidad antropomorfizada se parece a Saturno, mutilando a sus ángeles cortándoles las alas (“Ignorancia envejecida”) y mirando casi directamente a nuestra mirada junto con la pregunta: “¿Tu Dios, oh Sacerdote, toma tal venganza como esta?” Si “el místico buscó la unión con Dios”, escribe Helen C. White , “Blake buscó la restauración del alma a la vida de la visión”. Profundamente religioso, Blake, sin embargo, evitó las cadenas de la iglesia y el dogma, trazando un rumbo único hacia sus puertas paradisíacas. Como cuenta Matthew Hargraves , Blake, al borde de la muerte, explicó cómo “su cuerpo físico podría ser ‘débil y tambaleante, pero no en Espíritu y Vida, no en el Hombre Real La Imaginación que Vive para Siempre’”.
La confianza colectiva en los responsables directos de solucionar los efectos de la pandemia de covid-19 se ha visto seriamente afectada. Tras más de un año de crisis sanitaria global, hay una sensación generalizada –basada ya en muchos datos–de que las cosas se podían haber hecho mucho mejor, principalmente en algunas democracias occidentales. En el foco de esta pérdida de confianza están muchos políticos, pero también muchos científicos que les asesoran, por su imprevisión, falta de reacción a tiempo, distanciamiento de las evidencias científicas, y por haber subestimado la importancia de la confianza y la comunicación transparente.
Cada vez hay más voces que piden una evaluación profunda e independiente de lo que ha fallado en la política y en la gestión de la ciencia, no tanto para buscar culpables como para extraer lecciones que permitan evitar los mismos errores en el futuro y superar esta sensación de fiasco colectivo. En la grieta entre la evidencia científica acumulada y su aplicación hay sin duda muchas respuestas. Mientras se hacen, o no se hacen, estas evaluaciones en los distintos países, Richard Horton, el director de la revista The Lancet, ha adelantado ya una actualización de su primer análisis en forma de libro. En la segunda edición de Covid-19. La catasfrofe: Qué hicimos mal y cómo impedir que vuelva a suceder, recién publicada en español, analiza la fragilidad de nuestras sociedades a la par que los errores cometidos por algunos gobiernos (entre ellos el de España) y las medidas que habría que aplicar para no repetirlos en una próxima pandemia.
“La respuesta de los gobiernos a la covid-19 supone el mayor fracaso político de las democracias occidentales desde la Segunda Guerra Mundial”, escribe Horton. “Los gobiernos tenían la capacidad suficiente para haber evitado esta crisis humana. No lo hicieron”. Entre los errores que han conducido a tantas muertes evitables, el director de The Lancet apunta la falta de liderazgo político y el fiasco en el asesoramiento científico (¿por qué países como EE UU, Reino Unido, Italia, Francia o España, pese a tener destacados científicos, fueron incapaces de aprovechar sus conocimientos para hacer las recomendaciones oportunas?). Y señala también la irresponsabilidad de esperar una pandemia de gripe y no tomar en serio la posibilidad de que apareciera un nuevo SARS, la falta de preparación sanitaria, la respuesta tardía y errores graves en la comunicación.
Generar confianza es clave para diseminar ideas, como muestran algunos modelos de comunicación
Ya tras el primer confinamiento en la “primavera silenciosa” de 2020, una de las lecciones claras que se podían sacar, en opinión de Horton, era que los gobiernos necesitan generar confianza en la gente mediante una comunicación clara y transparente, pero pocos lo han conseguido. Generar confianza es clave para diseminar ideas, como muestran algunos modelos de comunicación. Pero los mensajes escasos y tardíos, las indicaciones confusas y, a veces, contradictorias, cuando no engañosas (el caso de Donald Trump es paradigmático), han socavado la confianza de la gente en la capacidad de dar respuesta a un desafío como este.
La necesaria evaluación que tienen que hacer los países podría esclarecer por qué los gobiernos no fueron capaces de dar una respuesta eficaz. Horton afirma que el cúmulo de errores constituye un “ejemplo extremo de negligencia del Estado”. Obviamente, no todo se ha hecho mal, ni siquiera en los países donde las cosas se han hecho peor, pero el sentimiento global de vulnerabilidad colectiva ha dañado la confianza en la política y en los mecanismos para aplicar de forma oportuna el conocimiento. Horton cree que la crisis de la covid-19 puede cambiar para bien las sociedades, los gobiernos, la medicina y la ciencia. Para ello, bien se podría empezar por exigir una comunicación basada en la evidencia y en la transparencia que aumente la confianza de la gente.
El autor:
Gonzalo Casino es licenciado y doctor en Medicina. Trabaja como investigador y profesor de periodismo científico en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.
El niño con cara de buey que miraba desde la primera página del folleto del Dr. William Rowley poseía ojos extrañamente alargados, uno inyectado en sangre y otro sano. Su mejilla derecha estaba rojiza, mientras que todo el lado izquierdo de su cara estaba tan enormemente hinchado que desbarató los contornos de los rasgos saludables del niño. Varias páginas después, un retrato de la niña de la sarna, una niña de quizás cuatro años de edad, mira con lástima a los lectores, con la piel desde la mejilla hasta la cadera cubierta de racimos de llagas de aspecto doloroso. Las condiciones de estos niños, y (supuestamente) de miles de otros en Gran Bretaña, no eran, advirtió la literatura adjunta, síntomas de ninguna dolencia humana natural. Más bien, fueron el resultado de la vacuna contra la viruela desarrollada recientemente, que Rowley dijo que expuso a los receptores a “las enfermedades de las bestias
Rowley fue una figura prominente en el movimiento anti-vacunas de Inglaterra en el siglo XIX, el antecesor más temprano de los anti-vacunas actuales. Varios años antes de que Rowley publicara su panfleto vitriólico, el descubrimiento de Edward Jenner de una vacuna contra la viruela había provocado una revolución en la salud pública y había dado a luz al campo de la inmunología como disciplina, pero también llegó décadas antes de que los científicos conocieran la teoría de los gérmenes. Como resultado, incluso aquellos que adoptaron la vacuna de Jenner carecían del marco conceptual necesario para comprender con precisión cómo funcionaba. Esta brecha entre la evidencia y la explicación permitió que las dudas supuraran y se extendieran cuando el clero, los miembros del parlamento, los trabajadores e incluso los médicos expresaron su oposición a la vacuna por motivos religiosos, éticos y científicos. Los partidarios de Jenner vieron como su deber moral promover la causa de una tecnología que salva vidas; sus oponentes sentían una obligación moral igualmente fuerte de poner fin a la vacunación a toda costa. En las décadas posteriores al descubrimiento de Jenner, este conflicto se desarrollaría amargamente en los periódicos, en las obras de arte e incluso en las calles, mientras ambos lados luchaban por el cuerpo y el alma de Gran Bretaña.
La propaganda anti-vaxx se extendió más allá de las costas de Gran Bretaña. Este grabado francés, ca. 1800, muestra a una criatura-sirena enferma siendo tirada por un médico que monta vacas y un boticario que empuña una jeringa, para horror de los niños – Fuente .
Viviendo como lo hacemos en un momento en el que la aparición repentina de un nuevo virus ha alterado drásticamente los patrones normales de vida, puede resultar difícil imaginar un entorno en el que la enfermedad epidémica fuera la norma. Antes del advenimiento de la vacunación, la viruela estaba muy extendida, era mortal y casi intratable dado el estado de los conocimientos médicos en ese momento. Aproximadamente un tercio de los que contrajeron la viruela no sobrevivieron; los que lo hacían a menudo llevaban lúgubres recordatorios de la enfermedad por el resto de sus vidas. Podría dejar ciegas a las víctimas; podría llegar hasta los huesos y deformar permanentemente las articulaciones y las extremidades. Y dejó a la gran mayoría de las caras de sus víctimas marcadas con marcas de viruela reveladoras, a veces severamente: el historiador Matthew L. Newsome Kerr estima que “probablemente una cuarta parte o la mitad de la población [de Gran Bretaña] estaba visiblemente marcada en algunos por la viruela antes de 1800 ”
Mientras tanto, la sabiduría popular había observado durante mucho tiempo que aquellos que trabajaban estrechamente con el ganado poseían una extraña resistencia a la enfermedad incluso cuando devastaba las comunidades que los rodeaban. Jenner, un médico rural, decidió poner esta idea a prueba. En 1798, le hizo una herida en la mano a la lechera Sarah Nelmes e inyectó la linfa resultante en el brazo del hijo de su jardinero, James Phipps. Una semana después, Jenner expuso al niño a la viruela para ver si se enfermaba: como había planteado Jenner, el niño se mantuvo sano. Solo un año después, ya estaban en marcha los primeros ensayos masivos de la vacuna contra la viruela. (La piel preservada de la vaca de Nelmes, Blossom, ahora reside en la biblioteca de St. George’s, una escuela de medicina en Londres).
Aguafuerte en color de una lechera mostrando su mano con viruela de vaca a Jenner, mientras un médico corpulento tienta a un dandy con una inoculación, ca. 1800 – Fuente .
La mano de Sarah Nelmes infectada por la viruela vacuna – Fuente .
El experimento de Jenner había tenido éxito porque las extrañas llagas en la mano de Nelmes eran síntomas de la viruela vacuna, un primo mucho menos peligroso del virus de la viruela que causaba pústulas en las manos pero generalmente dejaba a sus víctimas ilesas. Los dos patógenos eran lo suficientemente similares como para que la exposición a la viruela vacuna también preparara efectivamente las defensas del cuerpo contra la viruela. Las infecciones por viruela vacuna, y la inmunidad que las acompañaba, se transferían con frecuencia a los trabajadores de la lechería después de tocar las ubres de los animales infectados: de hecho, el nombre que Jenner eligió para esta terapia, vacunación, deriva en última instancia de la palabra latina para vaca ( vacca). Y lo que es más importante, como demostró Jenner, la viruela bovina también podría transferirse pinchando las llagas de un ser humano e inyectando el líquido en otra persona, el llamado método “brazo a brazo”, que garantizaba un suministro prácticamente inagotable de la vacuna incluso en las zonas urbanas lejanas. del prado lechero más cercano.
Pero Jenner no habría podido explicar el funcionamiento de su descubrimiento si se le hubiera preguntado: en ese momento, se pensaba que la viruela se transmitía a través del aire envenenado o miasma, y los mecanismos precisos de la respuesta inmune aún eran desconocidos para la ciencia. A medida que un número creciente de personas abrazó la vacuna, la oposición comenzó a unirse. Para estos escépticos, la mera idea de inyectar una sustancia que en última instancia deriva de un animal enfermo en un ser humano sano no sólo parecía absurda, sino un grave peligro para la salud pública. El panfleto alarmante de Rowley advirtió que quienes recibieron la vacuna se arriesgaron a desarrollar “maldad, manchas, úlceras y mortificación”, entre otras enfermedades “bestiales”. Con la segunda edición de su panfleto, una nueva ilustración entró en la colección de víctimas de la viruela vacuna: Ann Davis, una anciana a la que al recibir su dosis supuestamente le habían salido cuernos.
Ann Davis, una mujer con viruela y cuernos que le salen de la cabeza. Grabado punteado de Thomas Woolnoth, 1806 – Fuente .
Otros se centraron en los supuestos efectos cognitivos de la viruela vacuna:
Halket admitió que los espeluznantes relatos de Rowley eran quizás inverosímiles, pero insistió en que los llamados “cuernos mentales y pezuñas hendidas se disparan con demasiada frecuencia”, una metáfora de la “estupidez insuperable [que] Se ha observado en algunos niños desde el momento en que fueron vacunados, sin que apareciera ningún síntoma antes de ese momento”.
Uno de los oponentes más feroces de Jenner, Benjamin Moseley, escribió una diatriba contra la vacuna derivada de la viruela vacuna en la que advirtió de sus efectos no solo en el cuerpo sino también en la mente: ¿Quién sabe, además, qué ideas pueden surgir, en el transcurso del tiempo, de una fiebre brutal que haya excitado sus impresiones incongruentes en el cerebro? Quién sabe, también, si el carácter humano puede sufrir extrañas mutaciones por la simpatía cuadrúpeda ; y que algún Pasiphaë moderno puede rivalizar con las fábulas de antaño?
Los lectores bien versados en clásicos habrían reconocido esta última línea como una referencia apenas velada a la bestialidad: Pasiphaë, según el mito griego, fue la reina de Creta que dio a luz al Minotauro después de tener sexo con un toro, impulsada a una extraña lujuria por una maldición. de Poseidón. Rowley juega con una insinuación similar en su panfleto cuando se pregunta si recibir la vacuna podría violar el mandato bíblico de no acostarse con un animal. La viruela vacuna se vincularía estrechamente con la sífilis (que en el pasado a menudo se conocía como “viruela”) en la imaginación popular, y circulaban rumores de que el ganado contraía la viruela vacuna a través del contacto con lecheras sifilíticas. Estas preocupaciones no fueron disipadas por los deficientes estándares médicos y de saneamiento que a veces caracterizaban a los hospitales públicos de vacunación creados para atender a los pobres urbanos de Gran Bretaña: en tales lugares, las vacunas disponibles para los pacientes a menudo no provenían directamente de las vacas sino de las pústulas de niños vacunados la zona, que puede o no haber recibido un control médico exhaustivo antes de ser lanzado para su “donación”. Como resultado, los padres no estaban totalmente injustificados en sus temores de que una inyección destinada a prevenir una enfermedad mortal pudiera simplemente llevar a que su hijo se infectara con otra.
Grabado en color de James Gillray, 1803, que muestra a Edward Jenner vacunando a pacientes que posteriormente desarrollan características de vacas – Fuente .
El satírico James Gillray canalizó estas ansiedades populares sobre los aspectos monstruosos de la vacuna en su caricatura de 1802 The Cow Pock, o ¡los efectos maravillosos de la nueva inoculación!
En el centro, se ve a Jenner haciendo un corte bastante cruel en el brazo de una mujer con su lanceta mientras a su alrededor los receptores de la vacuna anterior sufren transformaciones horribles: vacas en miniatura salen de los forúnculos y salen de la boca, mientras que a las mujeres les brotan cuernos y dan a luz. terneros en el acto. Ese mismo año, Charles Williams publicó un grabado antivacunas en el que los médicos (a todos les han brotado colas y cuernos) se colocan ante las fauces de un monstruo parecido a una vaca cubierto de pústulas supurantes. Un cheque de £ 10,000 que sobresale de un bolsillo trasero identifica a uno de estos médicos quiméricos como Jenner, quien había recibido una recompensa en efectivo del gobierno en reconocimiento a sus contribuciones a la medicina. Solo que ahora se ha transformado de médico en mercenario, palear bebés con sus colegas en las fauces abiertas de la bestia y esperar a que los excreten con cuernos. A lo lejos, los médicos antivacunas que portan las armas de la verdad se acercan para luchar contra la criatura y los médicos que la alimentan.
Un monstruo al que se alimentaba con cestas de bebés y los excretaba con cuernos; que simboliza la vacunación y sus efectos. Aguafuerte de Charles Williams, 1802 – Fuente .
Particularmente en los primeros días, algunos objetaron la vacuna por motivos religiosos, argumentando que la vacunación era un intento arrogante de evadir el castigo divino. Se han formulado argumentos similares en torno a la técnica anterior de variolación, en la que las personas sanas eran expuestas deliberadamente al virus de la viruela con el objetivo de provocar un caso leve de la enfermedad que, no obstante, conferiría inmunidad. En 1721, cuando la Colonia de la Bahía de Massachusetts fue golpeada por un brote severo de viruela, los líderes puritanos debatieron ferozmente (y finalmente decidieron a favor de) la permisibilidad de la variolación, que según el predicador Cotton Mather había sido puesta en manos de la humanidad por Dios.
Un siglo después, los debates teológicos sobre la medicina preventiva continuaron: “La viruela es una visita de Dios”, escribió Rowley, “Matusalén y sus contemporáneos antediluvianos no fueron vacunados, lo que explica por completo su llegada a un final tan repentino e inoportuno”, señaló Halket cáusticamente. “El Creador imprimió al hombre la imagen divina, pero Jenner le puso la marca de la bestia”. Los caricaturistas frecuentemente describían la vacuna derivada de la viruela vacuna como un becerro de oro que sería la ruina de la sociedad moderna a manos de aquellos que tontamente abrazaron su adoración.
Aguafuerte coloreada a mano de George Cruikshank del “becerro de oro” de la viruela bovina, 1812 – Fuente .
Pero aunque el escepticismo hacia la vacuna estuvo presente desde el principio, la virulencia de los ataques contra el método de la viruela vacuna y sus defensores se expandiría enormemente a mediados del siglo XIX, cuando el parlamento aprobó múltiples leyes que obligan a la vacunación, proporcionando vacunación gratuita para los pobres y creando un sistema de castigos para aquellos que no pudieron recibir la vacuna. Estas nuevas medidas hicieron que la cuestión de la vacunación fuera imposible de ignorar, y muchos vieron esas leyes como una abrogación inaceptable de sus libertades personales por parte del estado. En la escritura popular, las vacunas se compararon con tatuajes o marcas (particularmente debido a la cicatriz que dejó la inyección), y aquellos que se resistieron a ponérselas histriónicamente se compararon con esclavos fugitivos. En toda Gran Bretaña, las sociedades antivacunas organizaron fondos de ayuda mutua para sufragar las multas en que incurrieron sus miembros por negarse a vacunar a sus hijos; si a los objetores de las vacunas de la clase trabajadora se les confiscaran sus propiedades como castigo, los simpatizantes protestarían ruidosamente en la subasta, a veces incluso agrediendo al subastador. Los periódicos contemporáneos describieron la quema de efigies de Jenner o de las autoridades públicas en materia de vacunas; en Leicester, un semillero de resistencia al método de la viruela vacuna, un carnaval contra las vacunas atrajo hasta 100.000 manifestantes y llevó a una comisión parlamentaria a revisar las leyes de vacunación.
Pero los defensores del uso de la viruela vacuna no se tomaron todo esto sentados. Como muchos se apresuraron a señalar, varias de las principales voces del movimiento contra la vacunación tenían un gran interés financiero en evitar que el descubrimiento de Jenner se hiciera público. De hecho, tanto Moseley como Rowley habían practicado previamente la variolación, que antes de Jenner se había considerado la mejor manera de prevenir un caso grave de viruela. Pero la técnica era más riesgosa que la vacunación, tanto para el paciente como para quienes lo rodeaban, que probablemente se infectarían con el paciente convaleciente. Una vez entre los procedimientos médicos más comunes en Gran Bretaña, la variolación estaba bajo seria amenaza por parte de su nuevo competidor incluso antes de que el parlamento la prohibiera por completo a mediados del siglo XIX. Como tal, cuando los médicos como Moseley estaban escribiendo reglas contra la vacuna contra la viruela, no solo estaban tratando de defender a sus lectores, sino que también estaban tratando de defender su flujo de ingresos.
Las profecías del Dr. Moseley, uno de los primeros críticos de la vacunación y el oponente más feroz de Jenner, 1806 – Fuente .
Edward Jenner y dos colegas despidieron a tres oponentes anti-vacunación, con víctimas de viruela muertas esparcidas a sus pies. Aguafuerte en color de Isaac Cruikshank, 1808 – Fuente .
Precisamente este punto fue señalado por Isaac Cruikshank en una impresión satírica de 1808 que muestra a Jenner y sus colegas desterrando los varioladores de la tierra. El último grupo, cargando enormes cuchillos ensangrentados sobre sus hombros, proclaman abiertamente su deseo de propagar la enfermedad aún más mientras pasan junto a los cadáveres de las víctimas de la viruela. En el extremo derecho de la caricatura, una lechera dice: “Surley [sic], el desorden de la vaca es preferible al del asno”.
El propio Jenner haría acusaciones similares cuando decidió defender sus ideas y su honor en forma impresa, publicando seudónimamente una refutación a Rowley, cuya portada estaba adornada con su propia versión del niño con cara de buey. Las palabras de Jenner para aquellos que atacan el método de la viruela vacuna para proteger sus propios intereses financieros son mordaces; sin embargo, escribe, “confío en que el buen sentido de la gente de Inglaterra sienta la herida y sepa repelerla como debe”
Sin embargo, doscientos años después, persisten los intentos de desacreditar la seguridad y confiabilidad de la vacunación, ya sea contra el sarampión o contra el COVID. Los argumentos de los anti-vacunas de hoy se hacen eco de los planteados por sus antecedentes del siglo XIX: afirmaciones de ineficacia, acusaciones de efectos secundarios espantosos, apelaciones a la religión. Es probable que Jenner haya asumido que los beneficios de la vacunación serían tan evidentes que cerrarían todo debate. Que muchos continúen atacando la seguridad y confiabilidad del método que fue pionero, no solo décadas sino siglos después, es algo que, con toda probabilidad, el médico nunca podría haber imaginado.